Saman nunca vio muchas cosas que yo vi, pero vio muchas otras que yo no. Nunca estuvo en un circo, no sabe lo que es. Tampoco entro a un zoologico y por ende solo conoce a tigres, elefantes y jirafas por la television. Nunca estuvo en un teatro. Jamas vio el mar y dice que no puede imaginarse como es. Cree como yo, que la poblacion negra en EEUU representa al 30 % del total (por lo que vemos en las peliculas y los ejercitos) pero luego nos enteramos que apenas supera el 10%
Su construccion de una parte de la vida que no tiene, llega a traves de las peliculas que durante la noche proyecta el canal kurdo o la television de los Emiratos Arabes. Alli encuentra los estereotipos que le hacen entender un poco a America. Para acercarse a Inglaterra, utiliza a Shakespeare, y esto hace que diga womanish en lugar de girly y que su ingles suene a libro y no a calle o a pop.
Pero lo que queria contar es otra cosa: el otro dia cuando visitamos Mosul, el bastion fiel hasta la muerte a Saddam, los hombres exaltados se quejaban de como habian cambiado las cosas, del caos, de que antes se vivia mejor y ponian un ejemplo recurrente en el precio de los huevos; que ahora un huevo costaba 150 dinares (en Mosul tienen una obsesion que no me explico con los productos derivados de la gallina).
"¿Pero de que habla esta gente?! se enojaba Saman. ¿Me estan hablando de un regimen y me lo comparan con el precio de un huevo? Esta gente no vio nada y no sabe que no vio nada. Y por eso ahora llegan a Erbil a comprar desesperadamente los platos de los satelites."
Pero en Kirkuk han llegado los satelites y con ellos una revolucion la calle Republica, en el centro de la ciudad. Los comerciantes que antes vendian televisores y estereos truchos, ahora colocaron los platos de satelitates en las veredas y televisores en las vidrieras que acaparan la atencion de la gente, como los televisores de la calle Florida cuando se juega un partido del mundial. En uno de los negocios mas populares tienen sintonizado un canal italiano de venta telefonica: un cuchillo electrico que corta hasta las barras de hierro de una cama y que cuesta 59,95 Euros. El producto debe comprarse con alguna tarjeta de credito, en Irak no es solo que no las tienen, sino que no conocen la conversion a Euro y en Kirkuk las lineas telefonicas no funcionan y la gente aun intenta convencer a los periodistas para que les presten unos minutos sus telefonos satelitales.
Todos fantasean con comprar uno, pero la gente no tiene ni plata para soñar con los 400 canales que se ven con el aparato. Este local centrico vendio dos satelites en los primeros cuatro dias. "Es para los ricos", dice el vendedor. El precio ronda, segun la calidad del sistema, entre los 300 y 400 dolares. Juma Rauf vende desde hace tres dias las antenas satelitales y ya se instalo una en su casa: "Estoy fascinado con todo lo que puedo ver. Bajo Saddam estabamos ciegos. Antes veia tele hasta las 11 de la noche porque era siempre lo mismo: discursos del regimen, propaganda del partido, noticias de Palestina, ¡todas mentiras! Ahora no paro hasta las 4 de la mañana." Y continua: El satelite es nuestro contacto con el mundo, una prolongacion de la mente." Juma dice que veia la tele de Saddam "para no tener que vernos las caras entre nosotros" y que en el tiempo libre jugaban a las cartas, al domino y a otros juegos de mesa.
Aunque la pena por tener un satelite eran seis meses de carcel, Khalil Jamal, tenia uno desde hace año y medio. Lo instalo en la parte de atras del jardin y lo tapaba con mantas. "Se que habia otra gente que ilegalmente los tenia pero era un secreto, me cuidaba de hablar con otros. Solo con pocos colegas que tambien los tenia, comentabamos al otro dia lo que habiamos visto a la noche."
De repente entra en uno de los locales, un hombre que llego desde Mosul para prevenir a todos aquellos en Kirkuk que quieran comprar las antenas. "No es bueno para nuestras costumbres"
El vendedor le responde: _No somos una republica islamica.
El que se opone:_ Pero en nuestra religion esta prohibido ver determinadas cosas. Imaginate que estes en la mesa cenando junto a tu hermana y aparece una escena "sexy"...
Otro defensor de los satelites: _Se pueden poner codigos para que no los vean los chicos (o las hermanas).
El que se opone: _ No me parece justo que unos puedan ver y otros no. No se como funcionan los satelites pero me gustaria que fueran controlados por alguien, ademas no me gusta que llegan en idiomas que no entiendo.
El que se opone se llama Bahajat y dice que quiere detener a los compradores y no le interesa que a su alrededor esten todos los defensores. Reconoce que el sistema tiene buenas cosas pero no le gusta la posibilidad de que llegue occidente para imponer sus ideas y para corromper las iraquies.
Uno de los defensores concluye: _Siempre se puede elegir.
Me alejo del lugar con miedo. Unos dicen que FOX y CNN son los mejores canales de noticias del mundo. Mientras que el otro se sentiria muy feliz si algun ministerio seleccionara los contenidos que llegan a traves de los platos metalicos...
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